La Cuenca Minera de Huelva, en el corazón de la provincia, es un paisaje donde la tierra desnuda cuenta historias milenarias de esfuerzo y transformación. Aquí, las cicatrices del terreno, teñidas de rojos, ocres y dorados, son testimonio de una herencia minera que ha moldeado no solo el paisaje, sino también el carácter de sus gentes.
Entre ríos de colores imposibles como el Tinto y pueblos que laten al ritmo de la tradición, la Cuenca Minera invita a recorrerla despacio, dejando que sus caminos cuenten los secretos de un pasado que aún se respira. Sus antiguas vías férreas, ahora rutas ciclistas, conducen al viajero por túneles de historia y paisajes únicos.
Es más que una comarca; es un viaje al alma de Huelva, donde cada pedalada te sumerge en un universo de contrastes y cada rincón invita a conectar con la autenticidad y la memoria viva de una tierra incomparable.