La provincia de Huesca ofrece una espectacular transición de paisajes que van desde la alta montaña del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido al eterno desierto monegrino. Huesca es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura. Además, como cuna del del Reino de Aragón, esconde auténticas joyas artísticas, especialmente del Románico.
Un paisaje de carácter desértico, consecuencia de la aridez producida por las bajas precipitaciones, el viento, la erosión y el endorreísmo.
Hablamos de los Monegros, una amplia estepa subdesértica que ofrece un escenario de belleza insuperable, especialmente al atardecer.